Los silos son edificios de gran altura y con una única planta que soportan inmensas estructuras automatizadas para mover mercancía en horizontal y vertical a gran velocidad. En algunos casos, los silos alcanzan los 34 metros de altura, equivalente a un edificio de 11 plantas. Para soportar la enorme estructura de estanterías y robots en vertical hace falta rozar la perfección en dos aspectos: la regularidad del suelo (horizontalidad y planeidad) y la resistencia a las cargas, pues es una única planta la que soporta el edificio.
Los silos construidos por prosistemas llevan un esqueleto de acero doble -doble mallazo- pero, además, acompañan en la mezcla hormigonada millones de fibras de acero estratégicamente distribuidas que aumentan la resistencia a las cargas.