Un café con… Leopoldo Torralba, Deputy Chief Economist, ARCANO RESEARCH

LIB: Llevas más de una década anticipando tendencias desde Arcano, pero hacer de la macroeconomía algo comprensible y ejecutable para todo el mundo no debe de ser tarea fácil. ¿Cuáles son las claves para lograrlo?

Leopoldo: La verdad es que no es nada fácil. La clave es conectar de manera óptima múltiples ámbitos y variables, no es necesario ser un hiper experto de uno o dos campos solo, aunque en todos ellos hay que tener un mínimo de conocimiento suficiente como para añadir valor real. Es fundamental entender muy bien la interacción entre economía global y local, los principales bloques geográficos del mundo desarrollado y emergente, la política monetaria, la geopolítica, la solvencia de los sistemas bancarios mundiales, los mercados financieros de todo tipo (bolsas, renta fija de mayor o menor riesgo, materias primas, etc), el sector inmobiliario en los principales subsectores y el avance tecnológico (sus impactos clave en crecimiento y tipos de interés).  Hay que comprender los efectos causa-efecto que se producen para alcanzar el objetivo final, que es anticipar el crecimiento futuro, sus niveles y sobre todo, los riesgos principales de todo tipo que podrían descarrilar un escenario central, así como los mitigantes existentes respecto a los mismos. Para poder hacer todo esto de una manera eficiente son esenciales el conocimiento técnico de ámbitos variados, una larga experiencia, la capacidad de síntesis y pedagogía, y una cierta valentía, así como un espíritu proclive a cuestionar los consensos continuamente.

LIB: Durante tu carrera has trabajado en numerosos sectores y entornos …  en lo referente al sector inmologístico, ¿qué factores consideras más importantes cuando se analiza la rentabilidad en inversiones inmologísticas a largo plazo?

Leopoldo: La logística en general es un segmento cíclico, por depender en parte de la industria. Es decir, cuando la economía crece razonablemente lo hace bastante mejor, y cuando lo hace mal, lo hace considerablemente peor, es más volátil que el PIB general. Por eso, de inicio, de cara a estimar la rentabilidad potencial futura de un activo de este estilo, es importante entender en qué momento del ciclo económico estamos. Es decir, si nos esperan varios años por delante de crecimiento, aunque sea moderado, con un elevado nivel de sostenibilidad (por ausencia de desequilibrios o riesgos especialmente reseñables en el horizonte). O si, por el contrario, una recesión temprana es probable. Aparte, hay dos factores adicionales a considerar siempre en toda inversión. Uno es el precio, o sea, si la rentabilidad que están mostrando los activos en el mercado es coherente con los fundamentos económicos previstos y, sobre todo, con las cifras medias históricas observadas en plazos largos (en realidad, en plazos históricos lo más comparables posibles al futuro previsto). El segundo factor, son aspectos económicos o geopolíticos estructurales de largo plazo, pero ya en proceso. En el caso logístico, habría que analizar los impactos futuros a largo plazo de la creciente penetración del comercio electrónico, de la tendencia actual de deslocalización de las cadenas de suministro en China (que podrían beneficiar a la industria local) y de los posibles aranceles a aplicar a nivel global si algún político influyente especialmente proclive pudiera llegar al poder (podría reducir el comercio internacional)

LIB: Estar al día de las tendencias y detectarlas antes que nadie son factores clave  para ser competitivos:  en este sentido, Podrías compartir alguna experiencia o lección clave que haya marcado tu carrera?

Leopoldo: La principal lección es que el conocimiento diferencial ayuda a optimizar las decisiones económicas y anticipar y aprovechar tendencias, y para ello, debe tratarse de un conocimiento bien digerido y procesado. Eso significa que debe nutrirse casi diariamente, para que el conocimiento repose y perdure, leyendo prensa especializada casi de continuo, documentos de especialistas especialmente buenos, hablando con perfiles diferentes con frecuencia, con la mente abierta, y con una curiosidad intelectual elevada. Hay que priorizar siempre las fuentes de información lo más independientes posibles, porque hay muchas con profesionales muy capacitados, pero cuyos análisis a veces pierden algo de fiabilidad por los considerables conflictos de interés existentes en sus compañías a veces, con respecto a la materia analizada. Finalmente, hay que ser muy pragmáticos porque la información influyente es infinita y hay que saber discernir continuamente lo controlable de lo que no lo es, lo nuclear de lo accesorio, y en función de todo ello, enfocar el 100% de las energías convenientemente.

LIB: Desde tu faceta como profesor en IE Business School, estás en contacto con los directivos del futuro, ¿Qué cualidades crees que diferenciarán a los líderes del futuro? Y ¿qué diferencias encuentras con los líderes actuales?

Leopoldo: En general, nuestro entorno se caracteriza con una creciente imprevisibilidad, por depender cada vez de factores menos controlables. Por un lado, la economía es un fenómeno global, de manera que  si por ejemplo, el sector inmobiliario chino experimenta una crisis, demanda menos materias primas y los precios mundiales de estas caen, podrían reducirse los costes de construcción de una pequeña promotora malagueña. Por otro lado, la geopolítica mundial afecta mucho, si Israel e Irán se tensionan en exceso y aumentan su agresividad mutua, el precio del petróleo se dispara, con ello la inflación mundial, las familias de Valladolid pierden poder adquisitivo, y las tiendas de lavadoras de la misma ciudad ver caer sus ventas. Finalmente, el avance tecnológico marcha a un ritmo sideral, está cambiando muchas cosas, y más que lo hará, lo que afectará a los ecosistemas empresariales, a las cadenas de valor, a los empleos de todo tipo, etc. En definitiva, los líderes del futuro deben tener un conocimiento muy integral, no solo del sector o la empresa, sino de la economía y geopolítica global, y del avance tecnológico y sus posibles impactos.

LIB: Este mes de noviembre tendremos el placer de poder asistir a tu conferencia como Keynote Speaker en la I edición de Logistic & Industrial Build: ¿qué momento crees que vive ahora mismo el segmento de edificación logística e industrial?

Leopoldo: Al mostrar una cierta ciclidad respecto al momento económico general, el momento es razonablemente positivo. Como en un escenario central prevemos varios años de crecimientos moderados, pero sostenidos en el tiempo, con bajas de tipos de interés, es un buen entorno a priori para segmentos más cíclicos. Además, vemos otros factores que ayudan también, como la creciente penetración del comercio electrónico y la posible deslocalización de cadenas de suministro en China (aunque no esperamos que se produzca con intensidad una relocalización hacia países avanzados con mercados de origen). También puede beneficiarle la implementación paulatina de los fondos europeos, al existir un objetivo explícito de estimular la industria. Finalmente, una ventaja final estructural es que los activos inmobiliarios de todo tipo cubren la inflación razonablemente, y como existen riesgos de que la inflación a largo plazo pudiera ser algo superior a la histórica, puede ejercer de atractivo para los inversores. Sin embargo, como es un activo que precisamente ha gustado por lo general los últimos años, hay que tener cuidado del precio pagado, que la rentabilidad implícita no sea muy inferior a las medias históricas de activos comparables.

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